TINELLI, AFA Y CONVENCIÓN DEMÓCRATA

Sobre Tinelli, relatos, comunicación y otras yerbas

Soy de los que cree que es imposible entender este país sin mirar de vez en cuando a Tinelli. El tipo está vigente hace treinta años y por algo es.

Mariano Heller
Intentaré en la columna de hoy usar un recurso utilizado por muchos periodistas gráficos. Hablaré un poco de los acontecimientos de esta semana. Aunque no soy periodista, ni lo quiero ser, es una buena salida cuando uno no termina de elegir sobre qué escribir por el exceso de temas polémicos que nos regala nuestro país bendito.

Como les decía, tuvimos una semana plena de polémicas. Algunas grandes, otras bastante bobas. Pero nosotros nos apasionamos con casi todas por igual. El indignómetro explota en el amanecer del segundo semestre.

Me referiré, en primera instancia, al affaire Marcelo Hugo Tinelli. El mismo recibió una desmedida atención por culpa básicamente del oficialismo que le dio el tratamiento de un tema de Estado. No soy ni cerca uno de esos que tiene odio visceral con Marcelo Hugo. Estoy lejos también de ser su fan. Me divertía más cuando hacía Videomatch y el Bailando por un Sueño me resulta bastante bodrio. Más allá de esto, soy de los que cree que es imposible entender este país sin mirar de vez en cuando a Tinelli. El tipo está vigente hace treinta años y por algo es.

"Obvio que tiene su propia agenda. Y tiene a la vez el enorme poder de ser visto por millones de personas varias veces por semana ¿Cuál es esa agenda? No lo tengo claro".



En cualquier caso, hay este año muchos indignados por el regreso de Gran Cuñado satirizando a los políticos locales. Se dice que tiene una agenda oculta, que busca obtener ventajas según a qué político deja más en ridículo. Chocolate por la noticia. Obvio que tiene su propia agenda. Y tiene a la vez el enorme poder de ser visto por millones de personas varias veces por semana ¿Cuál es esa agenda? No lo tengo claro. La AFA, pautas varias, dedicarse a la política. No lo sé. Y tampoco es algo nuevo. Sucede hace años.

El problema esta vez fue el mal entendido (o no tan mal entendido) que se generó en función de cómo era imitado el Presidente. Si era demasiado cheto, si lo hacían parecerse a De la Rúa. Surgieron entonces finos analistas del humor. Aparecieron los que decían que humor y sátira no son lo mismo, que no se respeta la investidura. Pavadas de todo tipo. Lo cierto, es que guste o no, el humor político es simplemente libertad de expresión, tenga o no una agenda oculta detrás.

Pero la cosa no quedó allí. Esta maravillosa serie de malos entendidos generó que, habiendo tantos problemas mucho más importantes por resolver, y frente a una situación creciente de descontento social porque algunas cosas no están saliendo como quisieran y otras se hacen abiertamente mal, el Presidente reciba a Tinelli en Olivos. Debo reconocer que me dio bronca que se le de semejante trascendencia a esta situación. Y me dio más bronca aún que frente a una “apretada” de un señor (muy poderoso sin dudas) el Presidente lo reciba casi rogando por una tregua. Después vino el Snapchat y el indignómetro estalló, pero eso me importa bastante menos.

"Lo cierto, es que guste o no, el humor político es simplemente libertad de expresión, tenga o no una agenda oculta detrás".

 

Esta semana nos regaló también una polémica por el uso de datos personales para “promocionar acciones de Gobierno” y “comunicar mejor”. Soy un indignado consuetudinario, pero debo reconocer que esto no me molesta tanto. Randazzo me manda SMS’s, Rodriguez Larreta me manda mails, hace tiempo que se utilizan datos personales en forma más o menos eficiente para comunicar acciones de Gobierno. Mientras no pase de eso me parece bien. No me generaba problemas el drama que se hizo en su momento con la tarjeta SUBE, tampoco me lo genera esto.

Asombran, de todos modos, un par de cosas respecto de este tema. Primero la innecesidad en este momento medio caliente de la política nacional de abrir cada semana un nuevo frente de batalla. Por otro lado, causa risa la indignación expresada por Cristina Elizabet Fernández de Kirchner, quien vía Twitter, se mostró consternada por la eventual utilización de datos personales. Sí, la misma que escrachaba jubilados amarretes por cadena nacional. Sencillamente notable.

Escuché además esta semana algunos debates sobre el nuevo relato que nos brinda el Gobierno nacional. Soy de los que creen que es imposible sostener el Gobierno sin crear algún tipo de relato en el cuál apoyarse. No sé si está bien o mal. Simplemente creo que no se puede evitar. Lo que sí puede evitarse es la creación de realidades paralelas de fantasía como las que generó el Kirchnerismo durante tantos años ¿Cómo es este nuevo relato? No queda del todo claro aún. Sí se hace mucho hincapié en hablar de la herencia recibida, que por cierto ha sido muy pesada. Resulta de todos modos hilarante escuchar a los oficialistas de la década ganada criticando a Cambiemos por hablar de la herencia cuando ellos estuvieron doce años echándole la culpa de absolutamente todo a los noventa y a la Alianza sin hacerse cargo nunca de nada.

"Soy de los que creen que es imposible sostener el Gobierno sin crear algún tipo de relato en el cuál apoyarse".

 

También esta semana la AFA sigue haciendo papelones supinos y entrevista a un millón de directores técnicos para ver si alguno quiere agarrar la papa caliente de la Selección. Impresiona cómo han destruido al fútbol argentino. Chocaron la calesita y no saben qué hacer. Tristísimo.

Termino este rara mezcla de temas con la Convención Demócrata que se llevó a cabo en Philadelphia. No vi absolutamente todos los discursos, pero le dediqué un rato largo. Me impresionó especialmente cómo una convención que empezó con un clima espeso y beligerante, terminó unida detrás de Hillary Clinton entendiendo la necesidad de derrotar a Donald Trump y permitiéndose convencer por algunos discursos brillantes, entre ellos los de Michelle y Barack Obama y el de un intacto (en el discurso al menos) Bill Clinton. Debo reconocer que me dio un poquito de envidia.

Esto ha sido todo queridos lectores. Disculpen la mezcla. Fueron muchos temas y no sabía por dónde empezar. Ojalá les haya gustado a pesar de tanto desorden.

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