Volvieron a su casa los dos chicos que sobrevivieron a la caída del sexto piso del edificio de Soldati

Hace un mes, tres adolescentes cayeron de un sexto piso de un edificio de Villa Soldati cuando una baranda en mal estado cedió. Uno de los jóvenes murió en el momento y los otros dos resultaron gravemente heridos. Los sobrevivientes volvieron a sus casas tras varias intervenciones quirúrgicas.

Se trata de Gastón Salinas, de 14 años y Lihuel, de 13. Ambos sufrieron graves politraumatismos e intervenciones quirúrgicas y quedaron con secuelas físicas y psicológicas. A pesar de lo ocurrido, los vecinos denunciaron que los problemas edilicios siguen sin solución.

Gastón fue dado de alta ayer al mediodía del Hospital de Niños Ricardo Gutierrez, ubicado en Palermo, y Lihuel, que fue internado en una clínica de San Justo en el conurbano bonaerense, también fue dado de alta esta semana. Gastón explicó que lo "tuvieron que operar del fémur, me pusieron un clavo, por eso me va a quedar una dificultad en la pierna y también en el codo" Por otra parte, Lihuel tuvo que ser operado de la cabeza ya que sufrió "fractura de cráneo, y también tiene el pie quebrado"

"Subíamos rápido por la escalera y cuando llegamos al sexto nos apoyamos en la baranda y caímos", recordó Gastón.

A casi un mes de la tragedia, los vecinos de Soldati manifestarón su malestar ya que esta semana "vinieron cinco obreros de una cooperativa que comenzaron a hacer la mezcla para arreglar la escalera", según explició María Eugenia Andicoechea, la vecina que inició en 2009 una causa judicial por la falta de obras en el lugar en el que el 4 de septiembre cayeron los chicos.

"Mandaron una cuadrilla y pusieron unas maderas en las barandas, pero todo esto es un parche. Es un horror porque hubo una muerte y acciones judiciales durante seis años por la falta de obras, y la respuesta es mandar a cinco obreros después de un mes de la tragedia", agregó Andicoechea.

Además del mal estado de las barandas, los vecinos denuncian problemas de electricidad, tanques de agua en mal estado, problemas con las cloacas, fuga de gas, mal funcionamiento de los ascensores y problemas con las escaleras.

El Complejo de Villa Soldati cuenta con 2.300 departamentos y fue declarado en emergencia edilicia y ambiental en el 2001 mediante la ley 623. En este marco, se dispuso que el gobierno de la Ciudad debía ejecutar las obras para solucionar las fallas estructurales que presentaban los edificios.

Los vecinos promovieron una acción de amparo en el año 2009 al ver que las obras no eran ejecutadas. En el 2011 un juez de primera instancia hizo lugar al amparo y ratificó los té rminos de la ley del 2001, pero el gobierno porteño apeló la sentencia, la cual quedó firme el el año pasado cuando la Cámara ratificó lo actuado por el magistrado.

Tras la muerte del adolescente, la jueza Patricia López Vergara dispuso el allanamiento del Instituto de Vivienda de la Ciudad para verificar si lo dispuesto por el juez original de la causa había sido cumplido. La magistrada fue recusada por el gobierno de Mauricio Macri, que consideró que López Vergara actuó con "enemistad manifiesta y adelantamiento de opinión". Tras ese episodio, quedó al frente de la causa el juez Martín Converset, quien tomó conocimiento de un informe de Defensa Civil que califica de "extremo riesgo" la situación del edificio, informaron fuentes judiciales.